Agua, solo gotas de agua son las que salen del tubo de escape del Toyota Mirai. El primer auto a hidrógeno autorizado para transitar en América Latina fue presentado hace pocos días en Chile.

El modelo de la marca japonesa es un vehículo totalmente eléctrico. Pero, a diferencia de los autos eléctricos tradicionales, no se carga con un enchufe sino que debe ser repostado con hidrógeno gaseoso.

Este hidrógeno se almacena en el interior de unos tanques que están incorporados en el auto. Cuando el hidrógeno se mezcla con el oxígeno –que entra por los ductos del Toyota Mirai– se produce una electrólisis, un choque entre ambos elementos que genera energía eléctrica.

Esa electricidad pasa directamente al motor y permite el movimiento del auto.

Repostar el Toyota Mirai en Chile

  Así como surgieron las “electrolineras” en Chile, las estaciones de servicio que cargan electricidad, ahora somos testigos del nacimiento de las “hidrolineras”. En ellas se recargarán los autos eléctricos a hidrógeno como el Toyota Mirai.

“El hidrógeno se almacena en depósitos, igual que el combustible, y se traspasa hacia el Mirai mediante una manguera. Este proceso es igual de rápido que en los vehículos convencionales: demora menos de 10 minutos”, asegura Ignacio Funes, director comercial de Toyota Chile.

Una clara ventaja frente a los eléctricos tradicionales que pueden demorar varias horas en cargarse completamente.

“Además, el Toyota Mirai posee una autonomía que alcanza los 650 kilómetros con una sola carga”, añade el ejecutivo.

Actualmente, ya existen en Chile estaciones de servicio de hidrógeno, como la que abrió AngloAmerican en Colina, en la Región Metropolitana.

Además, durante la presentación del Toyota Mirai estuvieron presentes representantes de empresas como Enex (Shell) y Air Products (Indura), quienes ya trabajan en la creación de hidrolineras en el país.

Hace pocas semanas AES Andes abrió una licitación para construir puntos de repostaje de hidrógeno en la Región de Antofagasta.

Las marcas de autos vienen desarrollando hace décadas motores que funcionan con pila de combustible de hidrógeno. Pero todas se han encontrado con un gran inconveniente: no es fácil de obtener, pese a ser uno de los elementos más abundantes de la Tierra.

Hay que producirlo. E incluso ocupar combustibles contaminantes, como el carbón, para elaborarlo.

Es aquí donde surge una oportunidad para Chile. Nuestro país se ha propuesto convertirse en una potencia en el desarrollo de hidrógeno verde. Es decir, una producción de hidrógenos que se logra gracias a energías renovables.

Este hecho fue destacado durante la visita del canciller alemán Olaf Scholz. “Aprovechar este potencial es una de las razones por las que mi primer viaje a América Latina me ha traído a Chile”, aseguró.

Sería lo mejor de dos mundos: autos eléctricos a hidrógeno que no contaminan que son repostados con hidrógeno producido gracias a energías limpias.